1.1. Establecimiento del problema.
Descripción
de la situación problemática.
Los
seres humanos siempre han sentido la necesidad de convivir en armonía y
respeto con las personas con quienes se relacionan a diario, para dar
respuestas a las diferentes situaciones problemáticas que se le presentan en la
vida cotidiana de una manera amena y amigable.
A
sabiendas de que el buen trato es vital para el desarrollo emocional positivo
de las personas en todos los ámbitos, el equipo de gestión a través de la
observación, grupos focales a estudiantes, entrevistas, diarios reflexivos,
registro anecdótico e intercambio de ideas con los docentes,
llegaron a la conclusión de que los estudiantes de la escuela ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
muestran una actitud agresiva y ofensiva, por lo que se
presentan muchas dificultades en poner en práctica una cultura de
paz y de buen trato para resolver problemáticas en su vida
diaria
En
ese sentido, cabe destacar que el alumnado en cuestión muestra mucha agresividad
durante la realización de las diferentes actividades, tanto dentro como
fuera del aula. Estos se maltratan de manera oral por cualquier motivo, además
es frecuente observar agresiones físicas, amenazas y peleas, en especial
durante el receso. Por lo general esto sucede en los lugares que están sin el
cuidado de un adulto.
Estas
acciones pueden incidir de manera negativa en el buen funcionamiento del
centro, perjudicando la convivencia escolar entre todos los actores del proceso
de aprendizaje, provocando conflictos entre docentes –alumnos, alumnos-alumnos,
padres, personal de apoyo y administrativo.
Esta
situación es creciente en el centro, pues a diario se observan comportamientos
en los cuales los estudiantes se empujan unos a otros para provocar peleas, se
escriben nota con palabras obscenas y amenazantes, se ponen sobre nombre,
burlan a los más débiles del grupo.
Durante
la llegada a la escuela es común la entrada de algunos estudiantes
corriendo y dándose empujones, los varones halan el pelo a las niñas, le
golpean en diferentes partes del cuerpo, luego las amenazan diciéndoles
que le golpearan más fuerte en caso de que los acusen y ellos sean sancionados.
Los
estudiantes en el aula solo están sentados y tranquilos mientras la
maestra titular está presente, una vez la misma se ausenta por algún
motivo, de inmediato comienzan las riñas y los conflictos.
Durante
el receso con cierta frecuencia se originan peleas, donde los más grandes
provocan conflictos entre los niños pequeños, en estas escenas se
aglomeran para servir de espectadores y vocear e incentivar aún más las
agresiones. El caos continúa hasta que un adulto interviene para controlar la
situación, estos por lo general sucede en los espacios comunes:
cancha, patio, pasillos, parte frontal y la calle frente al centro,
el hecho ocurre cuando no hay vigilancia que garantice el orden durante
los tiempos libres de receso.
Luego
entran al aula más calmados, pero en ocasiones los estudiantes implicados esperan
salir del centro educativo para continuar con las peleas de diferentes maneras,
inclusive usando objetos, como piedra, botellas y palos: incluso se ha dado
situaciones en que han tenido cuchillos y destornilladores afilados,
poniendo en peligro sus vidas.
Los
habituales incidentes conflictivos que se presentan en la escuela requieren de
medidas efectivas que susciten cambios duraderos en las actitudes de los
estudiantes; esto es posible a través del desarrollo de programas permanentes
que cultiven el buen trato entre todos los miembros de la comunidad educativa.
1.1.1. Justificación o
motivación hacia la investigación.
La
escuela como espacio socializador requiere desarrollar programas y proyectos
que garanticen el buen trato y la convivencia armoniosa entre sus integrantes.
La disciplina positiva es posible lograrla a través de las reflexiones de los
beneficios sociales y personales que tienen los seres humanos al llevarse bien
con los demás.
Dentro
de los retos de la escuela contemporánea es aportar a la convivencia humana, al
hecho de vivir juntos “desarrollando la comprensión del otro y la
percepción de las formas de interdependencia – realizar proyectos comunes y
prepararse para tratar los conflictos – respetando los valores de pluralismo,
comprensión mutua y paz” (Delors, 1996, citado por Carbonel y Peña, 2001, P.
27).
Esta
propuesta pretende buscar nuevas formas de abordar el manejo de conflictos de
manera más propositiva para suscitar cambios en el desarrollo humano en el
contexto social de la escuela para que los alumnos se beneficien de una cultura
de buen trato.
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